El coche avanzó y se volvió a parar, pero esta vez bajó la ventanilla del copiloto y pude ver al conductor.
-Eva ¿dónde vas?- Preguntó.
-A mi casa, bonito coche- respondí.
-¿Sola y a éstas horas? Gracias- dijo sonriendo.- Sube, que te llevo.
-Muchas gracias Jake- dije mientras entraba en el coche.
-De nada.
Mientras me llevaba le pregunté:
-¿Desde cuando sabes conducir?
-Desde los 17- asentí.
-¿Cuántos años tienes?
-18 ¿tu?- Preguntó sonriendo.
-16, los 17 los cumplo dentro de nada.
-Ok, ya hemos llegado.
-¿Ya? Que pronto- dije, se me había pasado el tiempo muy rápido.
-En realidad no- dijo sonriendo- ¿puedo acompañarte al portal? No quiero que te pase nada.
-Pues.....mmmm.....vale, esta bien.- “Esto es muy raro” pensé.
Nos bajamos del coche y me fijé que ya no iba disfrazado, iba con vaqueros, una camiseta y una cazadora.
-Te has cambiado ¿has ido a tu casa?- Él asintió.- Y luego has vuelto por.....- dije para intentar sonsacarle información.
-He vuelto.....por.....para......
-¿Si?
-Para asegurarme de que llegabas bien a casa.
-Gracias.
-De nada- dijo sonriendo. En ese momento me pasó el brazo por encima de los hombros- ¿tienes frío no?
-Si, gracias.-¿Querría algo más o sólo que no tuviese frío?
Ya estábamos llegando al portal cuando me pareció ver a alguien parado mirando en nuestra dirección. Cuando nos acercamos más distinguí a Alberto. ¿Qué hacía aquí?
No hay comentarios:
Publicar un comentario