15 sept 2011

Capítulo 14 ( II )


Cuando apagaron la señal de los cinturones, Jake que estaba sentado en el lado del pasillo, junto a Pablo se levantó a coger algo de su mochila.
-¿Cómo conseguiste que tus padres te dejaran venir?- Preguntó Pablo.
-Les dije que os había fallado alguien y que una oportunidad así no se tiene todos los días y muy a su pesar me dejaron.- Jake se volvió a sentar.
-¿Una partidita?- Preguntó sacando las cartas de la caja.
Estuvimos todo el tiempo jugando. Pregunté alguna vez por qué Tyler no jugaba y me dijeron que se había tomado unas pastillas, las cuales deduje que debían de ser somníferos, para dormir porque lo pasaba mal en los aviones.
Cuando llegamos, cogimos las maletas y fuimos fuera, donde esperaban todos los taxis. Al final de la larga fila, había un hummer negro, con los cristales tintados. Entramos y estuvimos todo el viaje en silencio. Yo estaba alucinando que nos llevasen a algún lugar en un hummer, Cuando por fin llegamos, salimos del coche y me encontré con un edificio que parecía un castillo.
Cuando quise darme cuenta, ya habían entrado todos y me había quedado sola fuera. Entré. ¿Dónde se supone que tengo que ir? Empecé a andar para ver si me encontraba con alguien. Nada, mejor dicho, nadie. Tampoco se escuchaba nada. Pensé en que nos íbamos a quedar allí unos días, por lo tanto, tendría que haber habitaciones que por lo general suelen estar arriba. Vale, sólo tenía que buscar las escaleras. Una vez las encontré me adentré en un pasillo oscuro. Iba pensando en que estaba en un castillo, como en Harry Potter, y que podría aparecer alguien e iluminar el pasillo cuando me choque con alguien.
-¡Por fin te encuentro!- Dijo Pablo- te estábamos buscando.
-Lo mismo digo.
-Venga, te llevo a tu habitación, dejas las cosas y bajas a cenar.
¿Dónde estaba mi habitación? Justamente al final de ese oscuro pasillo. Al entrar, vi una cama con su mesilla de noche, un escritorio con un ordenador y un iphone, alguna estantería con libros y me fijé en qué había una trampilla en el techo.
-¿Y el armario?- Pregunté extrañada.
-No se, luego preguntaremos, el teléfono es para ti, venga cógelo y bajemos, tengo hambre.
Cenamos nosotros cuatro solos. Al acabar, decidí irme a mi habitación para buscar el armario y para descansar dado que no sabía lo que iba a hacer mañana. Una vez allí saqué los altavoces y el ipod y comencé a escuchar música. Empecé a investigar por una de las estanterías dado que era la que estaba más vacía. Al acercarme noté que había corriente. Empujé la estantería y…. apareció el armario. Este sitio empezaba a gustarme.
Una vez guardada la ropa en la estantería-armario me tumbé en la cama a escuchar música. Sonaba I want it all de Queen cuando la puerta se abrió, me sobresalté y apagué la música.
-No la apagues- dijo un chico- por fin alguien que le gusta la buena música- se acercó y me quedé embobada con ese chico: era alto (incluso para mí), tenía el pelo corto negro, unos ojos azules, de un azul turquesa precioso, era delgado pero se le notaba que iba al gimnasio y que hacía deporte.- ¿Estas bien?- Me levanté de un salto.
-Si….si.
-Soy Will- dijo ofreciéndome la mano, le di un apretón y luego dos besos.
-Yo Eva, encantada- se quedó un poco sorprendido, pero la sorpresa desapareció rápido de su cara.
-Encantado, mi habitación es la de enfrente y cuando salía he escuchado la música y tenía que averiguar quien la escuchaba- sonrió.
-Pues aquí estoy- dije devolviéndole la sonrisa.
-Encantado otra vez, me tengo que ir, ha llegado un cazador y tengo que enseñarle esto y decirle lo que haremos mañana y todo eso.
-Una pregunta ¿de dónde viene ese cazador?
-De Madrid, España ¿por?
-Creo que soy yo- me miró de arriba abajo, levantó una ceja y sonrió divertido.
-¿En serio? Nadie me dijo que fuera una chica, es más hay muy pocas cazadoras- se acercaba hacia mí.
-¿Y? ¿No puedo ser una? ¿Hay algún tipo de problema con que yo sea una?
-Si, no voy a mentirte, hay mucha gente que miente.
-Yo no lo hago.
-Eso ya lo veremos- me fue a dar un puñetazo y lo esquivé.
-¡¿Qué haces?!- Volvió a intentar golpearme y lo volví a esquivar hasta que no se muy bien cómo, caí al suelo y caí con él.
-Probar que no eres cazadora- dijo mientras intentaba agarrarme las manos.
-¡Qué si que lo soy!- Dije enroscando mis piernas en su cintura- ¿por qué iba a mentirte?
-Mucha gente lo hace- se puso sobre mí, sentado en mis piernas y sujetándome los brazos por encima de mi cabeza.
-¡Yo no!- Intenté soltarme pero era más fuerte que yo. Moví las caderas y me quedé de lado, lo que hizo que se cayera y rápidamente le agarré un brazo como lo hacen los policías a la espalda y con el otro brazo se lo puse alrededor del cuello.- De hecho, me enteré hace poco que era cazadora, ¿por qué iba a mentir viniendo aquí?
-¡Suéltame!- Rugió.
-Si me das tu palabra de no intentar pegarme otra vez.
-Te doy mi palabra- le solté, se levantó muy rápido y salió dando un portazo. ¡Qué idiota! Pensé, intenta pegarme, me llama mentirosa y se larga de esa manera…
Miré al techo y vi la trampilla, la abrí y salió una escalera. Subí y llegué a una terracita. Bajé cogí el abrigo, el ipod y me tumbé a escuchar música viendo las estrellas.
Algo comenzó a vibrarme en el bolsillo. Saqué el móvil y lo cogí.
-¿Si?
-Baja- y colgó. Hice caso, bajé y me encontré con Will.
-¿Qué quieres ahora?- Pregunté enfadada.
-Lo siento, no tendría que haberte tratado así, lo siento, es que han venido muchas chicas diciendo que eran cazadoras y no lo eran, no sabía si esta vez era verdad o no, lo siento mucho, de verdad.
-Disculpas aceptadas- le sonreí. A partir de ahí fue mucho más agradable y simpático, me enseñó el castillo, dónde estaba cada cosa y terminamos de nuevo en mi habitación. Cuando se dio cuenta de que había encontrado el armario me felicitó, ya que pocos lo hacen.
-¿Te importa si me quedo un rato escuchando música?
-Para nada- contesté muy rápido y él se dio cuenta.
-Tranquila, eso les pasa a muchas, se que soy irresistible- solté una gran carcajada.
-Ya, claro. Te lo tienes muy creído tú.
-Ese soy yo- cogió el mando y encendió los altavoces.
-Tendré que poner esto en su sitio ¿no?- Dije mientras ponía el ipod en su lugar.
-Es una opción, veamos lo que tienes- dijo mientras se tiraba literalmente de plancha en la cama, le miré con cara de pocos amigos a la que respondió con una sonrisa- estas camas aguantan mucho.
-Lo que tu digas- me senté a un lado de la cama que hizo un crujido y se rompió haciendo que él quedara sobre mí, no se muy bien cómo- con que aguantaban mucho ¿eh? Quítate de encima rompe camas- dije intentando quitarle de encima mío.
Cuando por fin se quitó, me levanté y fui a buscar a Pablo, Jake o Tyler para decirles lo que había pasado. Al no encontrar a nadie, volví frustrada a mi habitación para ver como Will seguía tumbado sobre la cama rota escuchando música.
-No hay nadie.
-Lo sé- sonrió- en mi habitación hay literas, hay una libre si quieres utilizarla.
-Lo has hecho adrede ¿verdad?- Una sonrisa divertida apareció- ¡ya te vale!- Una idea cruzó mi mente y sonreí- vas a tener que hacerme hueco en tu armario- salí corriendo a su habitación directa al armario.

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