Habían pasado unos días desde que Alberto y Jake me hicieran la misma pregunta; todavía pienso si se habrían puesto de acuerdo para hacerla.
Hoy es 31 de Octubre, día conocido como Halloween. El ayuntamiento hace una fiesta para todos los jóvenes, o más bien para los adolescentes. Cuando oí esto por primera vez pensé ‹Americanada total› pero luego me di cuenta que era para que lo pasáramos bien y no estuviéramos haciendo ruido por la calle.
Llegó la tarde y con ella los disfraces. Habíamos quedado en la parada del autobús a las 7:30 para ir a la fiesta, a la que íbamos disfrazadas.
A las 5 comencé a disfrazarme. Iba a ir con un vestido de fiesta negro, liso y sujeto al cuello. También llevaría heridas por todo el cuerpo, eran muy reales.
-¡Por fin!- Dije cuando terminé.
Miré al reloj y vi que ya era casi la hora. Cogí todo lo que necesitaba y fui hacia la parada del autobús, que estaba cerca de mi casa. Cuando llegué ya estaban Lucía disfrazada de vampiro y María que iba de zombie.
-¡María me encanta tu disfraz! Está muy bien hecho- la dije, ella sonrió y contestó:
-Gracias, tú también te lo has currado ¿eh?
-Un poco solo- sonreí.
Entre tanto llegaron Elea disfrazada de zombie, Marina de vampiro, Isa como la protagonista de Van Helsing y Laura de gótica.
A continuación llegó el autobús y nos llevó al lugar donde se celebraba la fiesta.
Cuando bajamos del autobús vimos un camino lleno de tumbas a los lados que llevaba a lo que parecía un polideportivo. Estaba todo vacío y la verdad, daba un poco de miedo. Empezamos a andar.
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